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martes, 24 de mayo de 2011

Soledad....

Mi fiel compañera que me acaricia en cada instante de mi vida, me recuerda que estoy solo, que nadie le interesa mis problemas, porque si el compromiso social no exigiese empezar una conversación por, que tal, no recordaría la última vez que alguien lo preguntó por interes, quizás porque me vió raro, me vió diferente, simplemente porque destaqué en algo...La soledad uno de los pocos sentimientos que anidan en mi corazón, que me dice que todo irá bien, que está noche encojido en mi cama, sollozando, no será distinta a las demás que ella estará ahí para consolorme, para recordarme que nunca hubo nadie mas....para recordarme que no puedo vivir sin ti, hacerme comprender que fuistes única para mí, y que la culpa de que no estés hoy aquí, es mía y solo mía y que todavía escucho tu voz, cuando voy a dormir, ella me la recuerda continuamente, ella me dirá que no no hay nada que pueda hacer o decir, que te perdí, que viviré el resto de mis dias sin tí, que mi mayor compañera será el silencio de sus dialogos...que ella no me fallará por que en el fondo una parte siempre estará conmigo, la parte de no ser aceptado, la parte de ser rechazado, diferente, como continuamente me recuerdan un niño demasiado complicado...y al cerrar los ojos y mirar dentro de mí, solo te encuentro a tí, en mi mente estás solamente tú, pero ese es un mundo que solo existe, en los latidos de mi corazón, pero mientras siga latiendo seguirás en su interior, pero en el mundo real, en el que no mandan mis recuerdos, ni mucho menos mis sentimientos, ella está ahí, haciendome sentir que nunca fuí lo suficientemente bueno para ti, que siempre jugué en otra división, que me esforcé tanto en ser lo que quisieras que fuese, que nunca te llegué a la suela del zapato....ella se encarga de susurrarme cada noche que no me moleste en soñar que tarde o temprano tendré que despertar y por mucho que fantasee con perderla de vista, con escapar de ella, al abrir los ojos por las mañanas ella estará ahí, esperandome con su eterno silencio, con sus míticas reflexiones, y esperando la oportunidad en la que crea que puedo remontar mi vida, para silenciarme cualquier pensamiento optimista y volverme a secuetrar, soy objetivo de su mirada, cautivo de sus sentidos, victima de su existencia...

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