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sábado, 30 de abril de 2011

Momentos...

La vida está llena de momentos, aveces le sonreiremos, otras les lloraremos, personalmente paso más tiempo en el segundo campo, recordando momentos, pero otras veces, cuando caes, piensas que ella se ha ido, que todo carece de sentido, alguien levanta la vista, llama a esa habitación solitaria, y te mira, al principio te soprendes, sabes que no hay nadie, es tu soledad, solo tuya y la conoces suficientemente bien para saber que es solitaria, y entonces la miras, y está ahí depie junto a la puerta, las risas del pasillo inundan lo que conocias como silencio, y cuando eres consciente del gran cambio que eso supone, ahí sigue ella no dice nada, pero te tiende la mano, quiere que te levantes y la acompañes, son muchas decepciones y muchos engaños, y estás cansado, frustrado, pero ahora mismo solo quieres odiarla, por como te ha echo sentir despreciazo, así que no dudas y le das la mano y salis fuera, y soprendentemente comienza a regalarte momentos, momentos de la vida, que quizás no son exactamente los que solias recordar, quizás no tan buenos, pero tampoco son tan malos, incluso te animas a soltar una leve sonrisa, y en ese momento te das cuenta que estás sonriendo por placer, no por aparentar, nada de fingir, sonrie porque eres feliz, es en este pensamiento, en el que te plantas y te niegas a aceptarlo,porque realmente no lo eres, pero el por lo menos plantearselo, es un comienzo, y terminan las risas y ella sigue ahí con la mano tendida, quiere enseñarte más momentos, y te encuentras de repente ligero, livido, en una biblioteca estudiando sitiendote un estudiante más, ningún pensamiento negativo, nada a lo que te puedas aferrar, y llegas por la noche a tu casa y es entonces cuando te lo planteas ¿Será un verdadero comienzo después del final? Entonces suena el telefono y es ella que sigue tendiendote su mano, ahora quiere invitarte a cenar, piensas si no será tentar a la suerte, si no será exagerar, pero te sientes bien, y sigues adelante, quieres batir tu propio record de no pensar en ella, de poderla olvidar, porque en este momento la odias, y no quieres dedicarle ni un segundo más, es un parpadeo lo que tardas en encontrarte dentro de un restaurante con tu comida, rodeado de conocidos que comentan experiencias, que hablan sin parar, que los escuchas tan interesado, que no tienes tiempo de pensar en nada más, y ahí está otra sonrisa fugaz, la escuchastes, la sentistes, son solo momentos, momentos con conocidos, que sin que ellos lo sepan, son demasiado especiales para mí, ni los mejores momentos, ni los peores, momentos que me dejan olvidarte, que no me dejan pensar, que consiguen hacerme reir, que consiguen hacerme soñar con que se te puede olvidar...y llegas a tu casa, con el miedo a despertar y que me vuelvas a atormentar, pero algo cambia, algo nuevo, algo diferente, me sigue atormentando el que al levantar no estás, no estarás, pero al caminar por ese pasillo, buscando mi fortaleza de la soledad, oigo gente riendo, oigo a gente viviendo, camino y camino por el pasillo hasta llegar a esa puerta, sin embargo cuando la voy a abrir, para refugiarme en soledad, para abrazarme al silencio una vez más, encuentro la puerta con un cartel "viviendo un momento, vuelvo enseguida", y miro al lado y estás ahí tendiendome una mano, y no lo puedo evitar tengo que sonreir, que más puedo decir, gracias por estar ahí, gracias a todos, porque conseguís que vuelva a reir, pero sobretodo gracias, por esos pequeños momentos que me brindais, por esos momentos que compartimos, gracias por esos momentos en los que no pienso en ti, momentos en los que creo recordar que se puede vivir....

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